28 jun 2015

LA QUE SE VIENE


La Aurora, en Benito Juárez


Parte 3


¿Se puede trabajar en el campo sin agrotóxicos ni fertilizantes, y ser rentable y eficiente?

El productor Juan Kiehr y el ingeniero Eduardo Cerdá organizaron un esquema agroecológico de producción, con mejores resultados que los campos dependientes de insumos de las corporaciones agroquímicas.

Como funciona


El campo utiliza semillas propias. Cerdá: “¿Cómo vas a patentar algo vivo, como pretenden los laboratorios, por más que le hayas metido un gen? Todo muestra que lo transgénico no es conveniente para el país, los ciudadanos y los productores. El alimento tiene un principio activo en la planta, destinado a lepidópteros, isocas, plagas, que lo consumimos las personas sin conocer sus efectos y capacidad de transfigurar evolutivamente. Esas semillas y transgenes no ayudan al productor, solo lo endeudan, y terminan provocando una extracción de la riqueza del suelo que regalamos vía exportación de granos para animales y aceite, sobre todo para China”.


Juan acota: “Y no es cierto que sea para alimentar al mundo, porque sobran alimentos. El problema es que están mal distribuidos. Lo hacen por puro interés comercial. Además, la Ley para Monsanto por las semillas me hace pensar en Colombia: la gente no puede tener sus propias semillas, es ilegal, se las queman si no son las que venden las corporaciones. 

Veo que aquí el gobierno impulsa esa ley, que es de derecha, pero también hacen cosas buenas con el IPAF (Instituto para la Pequeña Agricultura Familiar): es contradictorio, no sé si es un gobierno de derecha disfrazado de izquierda pero, claro, puede ser que me equivoque”.

La agroecología aplicada a este campo permitió además el aumento de stock ganadero, engorde más eficiente, y alta estabilidad en la producción (95 toneladas anuales). En la mayor sequia de los últimos 70 años (2008/9) murieron 15.000 cabezas por falta de alimento en la región. La Aurora no tuvo pérdidas, gracias a que el suelo y los pastos así trabajados resistieron la debacle.

¿Lo agroecológico tiene que ver con lo orgánico? Cerda: “Los orgánicos en esta zona hacen el mismo modele convencional, sin pesticidas”. La certificación de “orgánico” termina siendo el nicho supuestamente sano del mismo mercado fumigador, a precios prohibitivos. “Cuando los veo, hablan de que negocio hicieron, cuánto ganaron, nunca hablan del suelo, cómo trabajarlo. Sus campos son buenos, pero rinden mucho menos que La Aurora (1.000 kilos de trigo x ha contra 5.000), y usan fertilizantes químicos, que es como drogar a las plantas para que luzcan bien, con productos que perjudican el biosistema del suelo, y drenan hacia las napas subterráneas generando contaminación y toxicidad por nitratos y nitritos. Comprás una lechuga crujiente y colorida pero por los fertilizantes no sabes que perturbaciones pueden traerte. Lo orgánico no está teniendo una mirada agroecológica”.


Capital y motivación


Una frase: “Es importante destacar que las tecnologías que se utilizaron en este campo son de fácil apropiación por parte de los productores, dado que 110 requieren importantes sumas de capital, dependen más del ingenio, la complementación asesor-productor y la motivación que genera entender lo que uno está diseñando y manejando”, dice el libro de Sarandón-Flores en el capítulo sobre La Aurora, destacando que los resultados obtenidos “muestran las potencialidades de este enfoque para ser aplicado en sistemas extensivos (traducir: grandes campos) de clima templado como los de la Región Pampeana Argentina”.

Sigue el mate, Cerda al micrófono: “Juan pudo vivir sin sobresaltos, sus hijas pudieron estudiar, viajan, v aunque algunos vean la F100 como un símbolo de pobreza, Juan no se compra la 4x4 porque no le interesa estar simulando gastos para achicar impuesto a las ganancias, ni tener todos los costos que implica la 4x4. Está al día con todos sus impuestos y tiene todo el campo en blanco". Kiehr agrega otra hazaña: Jamás tuve que pedir un crédito

El INTA y otras entidades empezaron a acercarse de modo a veces sinuoso, y se han visto obligados a pronunciar con mayor frecuencia la palabra agroecología. Los visitantes se entusiasman, como pasa con una experiencia similar en Guadalupe Norte, Santa Fe: la Granja Naturaleza Viva de la familia Vénica.

En Agronomía de La Plata, Kiehr y Cerdá tuvieron a 400 estudiantes como público. “Eso me hace muy bien”, dice Juan, como retomando lo que su esposa Erna describe como años maravillosos. Se conocieron en Chaco a principios de los 70, ella como enfermera y el como integrante de una iglesia luterana, ambos colaborando con el pueblo qom, al que entonces llamaban toba. “Ese trabajo me transformó”, dice Juan. Entendí que significaba eso de no tener tantas cosas, pero ser más persona. Cuando volví me costaba adaptarme. Mis vecinos se la pasaban hablando del culo de esta o de aquella, y yo sentía un vacío.

Ahora estoy contento, haciendo algo que siento útil, conectándome con otra gente. Son cosas que agradezco, y me cambiaron la vida”.


Noticias chinas


Cerdá cuenta algo nuevo: “En Rosario estoy trabajando con productores sojeros, que empiezan a desandar el Camino de lo transgénico. No se hace de golpe, como un adicto no se cura de un día para el otro, pero se va confirmando que es factible hacerlo”.
Tal vez sea pura prudencia: en China la publicación que en Occidente se conoce como Science & Technology Abstracts Newspaper, del Ministerio de Ciencia y Tecnología, publico en abril un artículo que refleja la preocupación oficial por las consecuencias del consumo masivo durante casi dos décadas de alimentos derivados de la soja transgénica (forraje para sus animales y aceite), que por lo tanto contienen glifosato, que empiezan a relacionar con malformaciones infantiles, aumento de casos de cáncer, muchos de ellos inusuales, infertilidad y otras enfermedades. Debemos enfrentar los daños causados por la soja transgénica importada a 1,3 millones de chinos”, es el título del artículo de Mi Zhen-yu, teniente general y ex vicepresidente de la Academia de Ciencias Militares, entre otros cargos. 

Hipótesis: si en China, principal consumidor mundial de estas cosas, se están dando cuenta de lo mismo que aquí comprendieron los pueblos fumigados, productores como Juan Kiehr, o científicos como el fallecido Andrés Carrasco, es posible que este germinando un cambio grueso en toda esta historia. Tal vez algún día, como imagina Sarandón, la agroecología sea el nombre de toda la agronomía.

Mientras tanto, Cerdá está asesorando en Benito Juárez a un campo vecino, de la documentalista Valeria Mapelman, que en apenas dos años hizo su propia reconversión agroecológica y ya está resultando más rentable de lo esperado y de lo que hubieran ganado arrendándolo a pooles de siembra, que entran al negocio hasta que vuelan buitrescamente hacia otras burbujas.
Los pájaros han vuelto al campo.

Juan sonríe.

Además, se puede escuchar el silencio o mirar el horizonte con los pies en la tierra.
Todo es una novedad que se está diseñando día a día en La Aurora: como su nombre lo indica, tal vez signifique también alba, amanecer y mañana.

Texto: tomado de Revista Mu de agosto 2014, páginas 12 y 13.
Fotos: Revista Mu de agosto 2014; Ing. Eduardo Cerdá;
http://urgente24.com/areax/2013/01/monsanto-en-argentina-otra-prueba-del-globalismo-k/
http://www.laresistencia.mx/wp-content/uploads/2013/02/Fuera-Monsanto-de-Argentina.png
Traducción al alemán: Ruth Schwittay


WAS DA KOMMT


La Aurora, in Benito Juárez


3. Teil


Kann man Felder ohne Pestizide und Düngemittel bearbeiten, und dabei rentabel und effizient sein?
Der Landwirt Juan Kiehr und der Ingenieur Eduardo Cerdá haben ein agroökologisches Produktionsschema organisiert, mit besseren Resultaten als die von den Inputs der agrochemischen Konzerne abhängigen Felder.

Wie es funktioniert


Auf den Feldern werden eigene Samen angewandt. Cerdá: „Wie kannst du etwas Lebendiges patentieren, wie es die Labors verlangen, auch wenn du da ein Gen rein gesteckt hast? Alles zeigt, dass die Genmanipulation nicht das Richtige für das Land, für die Bürger und für die Landwirte ist. Das Lebensmittel hat einen für Falter, Engerlinge und Plagen bestimmten Wirkstoff in der Pflanze, den wir Menschen konsumieren, ohne Kenntnis über die Auswirkungen und die Fähigkeit, das Leben evolutiv zu verändern. Diese Samen und Genmanipulationen helfen dem Landwirt nicht, verschulden ihn nur und veranlassen eine Entnahme des Bodenreichtums, das wir über den Getreideexport für Tiere und Öle, besonders nach China, verschenken.“


Juan fügt hinzu: „Und es ist nicht wahr, dass es der Ernährung der Welt dient, denn es gibt mehr als genug Nahrung. Das Problem besteht darin, dass sie schlecht verteilt wird. Sie machen es nur aus rein kommerziellen Interessen. Dazu kommt, dass das Samengesetz für Monsanto mich an Kolumbien erinnert: die Leute können ihre eigenen Samen nicht mehr benutzen. Es ist illegal. Sie werden verbrannt, wenn sie so sind wie diejenigen, die die Konzerne verkaufen. Ich sehe, dass hier die Regierung dieses Gesetz fördert, aber sie macht auch Gutes über das IPAF (Institut für die kleine Familienlandwirtschaft): Es ist widersprüchlich. Ich weiß nicht, ob es eine als Linke verkleidete rechte Regierung ist, aber, ich kann mich natürlich vertun.“

Die auf diesen Feldern angewandte Agroökologie ermöglichte außerdem eine Zunahme der Rinderbestände, eine effizientere Mast und eine hohe Produktionsstabilität (95 Tonnen jährlich). Während der größten Trockenheit der letzten 70 Jahren (2008/9) verendeten in der Region 15.000 Tiere wegen fehlender Nahrung. La Aurora hatte keine Verluste zu verzeichnen, da dank des so bearbeiteten Bodens und den Weiden, konnte sie dem Debakel die Stirne bieten.

Hat das Agroökologische mit dem Organischen zu tun? Cerdá: „Die Bioproduktoren der Region machen dasselbe herkömmliche Modell, nur ohne Pestiziden.“ Die Zertifizierung „Bio“ wird schließlich zur vermeintlich gesunden Nische desselben spritzenden Marktes, zu unerschwinglichen Preisen. „Wenn ich sie treffe, reden sie von den Geschäften, die sie gemacht haben, wie viel sie gewonnen haben; nie reden sie über den Boden, wie man ihn bearbeitet. Ihre Felder sind gut, ergeben aber viel weniger als La Aurora (1.000 Kilo Weizen pro Hektar gegen 5.000), und sie wenden chemische Düngemittel an, was so viel ist, wie die Pflanzen unter Drogen zu setzen, damit sie gut aussehen, mit Produkten die das Bodenbiosystem schädigen und in das Grundwasser ablaufen, wobei Kontamination und Toxizität durch Nitrite und Nitrate entsteht. Du kaufst einen Salat, knackig und farbig, aber wegen des Düngemittels weißt du nicht, welche Störungen er bei dir mit sich bringt. Bio hat keinen agroökologischen Gesichtspunkt.“

Kapital und Motivation


Ein Satz: „Es ist wichtig hervorzuheben, dass die Bauer sich die auf diesen Feldern angewendeten Technologien sehr einfach aneignen können, denn sie erfordern keine großen Kapitalsummen, hängen mehr vom Einfallsreichtum, von der Ergänzung von Bauer und Berater und von der Motivation ab, die entsteht, wenn man versteht, dass man gestaltet und entscheidet“, steht im Buch von Sarandón-Flores im Kapitel über La Aurora, und hebt die erreichten Ergebnisse hervor: „Sie zeigen die Möglichkeiten dieses Ansatzes zur Anwendung bei extensiven Systemen (übersetzt: große Felder) mit gemäßigtem Klima, wie die der argentinischen Pamparegion“.

Der Mate geht die Runde weiter, Cerdá am Mikrofon: „Juan konnte problemlos leben, seine Töchter konnten studieren, sie reisen, und obwohl mancher den F100 als Armutszeichen ansehen, kauft sich Juan kein 4x4-LKW, weil er weder daran interessiert ist, Ausgaben zu simulieren, um die Einkommensteuer zu senken, noch die ganzen Kosten zu übernehmen, die ein 4x4-LKW mit sich bringt. Er hat keinerlei Steuerschulden und auch alle seine Felder sind rechtmäßig eingetragen." Kiehr erwähnt noch eine echte Leistung: Nie musste ich einen Kredit beantragen. 

Das INTA (Nationale Institut Landwirtschaftlicher Technologien) und andere Einrichtungen versuchten manchmal über Umwege näher zu kommen, denn sie sahen sich immer öfter gezwungen, das Wort Agroökologie in den Mund zu nehmen. Die Besucher sind begeistert, wie es auch mit einer ähnlichen Versuch in Guadalupe Norte, Provinz Santa Fe, geschieht: Der Bauernhof Granja Naturaleza Viva der Familie Vénica.

In der Landwirtschaftlichen Fakultät in La Plata haben Kiehr und Cerdá vor einem Publikum von 400 Studenten gesprochen. „Das tut mir sehr gut“, sagt Juan, und kommt darauf zurück, was seine Frau Erna als die wunderbaren Jahre beschreibt. Sie haben sich im Chaco zu Beginn der 70er Jahren kennengelernt, sie, als Krankenschwester und er, als Mitglied einer lutherischen Kirche, beide in einer Arbeit mit dem Qom-Volk, die damals noch Tobas genannt wurden. „Diese Arbeit hat mich verwandelt“, sagt Juan.

 „Ich verstand, was es bedeutet, nicht so viele Sachen zu haben, aber mehr Mensch zu sein. Als ich zurückkam, fiel es mir schwer, mich wieder anzupassen. Meine Nachbarn redeten nur von dem Hintern von dieser oder jener Frau, und ich verspürte nur  Leere.
Jetzt bin ich froh, während ich spüre, dass ich etwas Nützliches mache und mit anderen Leuten in Kontakt komme. Ich bin dankbar für diese Erlebnisse, sie haben mein Leben verändert.“

Chinesische Nachrichten


Cerdá erzählt eine Neuigkeit: „In Rosario arbeite ich mit Soja-Landwirten, die begonnen haben, den Weg der Transgenen wieder rückgängig zu machen. Es geht nicht auf einmal, wie ein Süchtiger nicht von einem Tag zum anderen gesund wird, aber es bestätigt sich, dass es machbar ist“.

Vielleicht ist es reine Vorsicht: In China gab im April die im Westen als Science & Technology Abstracts Newspapel bekannte Veröffentlichung einen Artikel heraus, der die offizielle Sorge wegen der Folgen des massiven Konsums während zwei Jahrzehnten der Transgen-Soja (Futter für die Tiere und Öl) ausdrückt und die also Glyphosat enthalten, was langsam immer mehr mit Säuglingsmissbildungen, immer mehr mit Krebsfälle, viele davon ungewöhnlich, Unfruchtbarkeit und andere Krankheit in Verbindung gebracht wird. Wir müssen mit dem durch Transgen-Soja an 1,3 Millionen Chinesen gemachten Schaden fertig werden", ist der Titel des Artikels von Mi Zhen-Yu, Generalleutnant und ehemaliger Vizepräsident der Akademie für Militärwissenschaften, unter anderen behandelten Themen. 

Hypothese: Wenn man in China, weltweit wichtigster Konsument von diesen Sachen, auf dasselbe kommt, was hier die bespritzten Ortschaften, die Landwirte wie Juan Kiehr oder Wissenschaftler wie der verstorbene Andrés Carrasco verstanden haben, ist es möglich, dass eine riesiger Änderung dieser ganzen Sache im Keimen ist. Vielleicht wird, wie es sich Sarandón vorstellt, die Agroökologie der Name für die gesamten Landwirtschaft.

Währenddessen, beratet Cerdá in Benito Juárez ein Nachbarfeld der Dokumentalistin Valeria Mapelman, die in knapp zwei Jahren ihre eigene agroökologische Umwandlung gemacht hat, die schon rentabler als erwartet, mehr abgeworfen hat als was sie durch Verpachtung an die Saatpools gewonnen hätten, die im Geschäft solante mitmachen, bis sie geierartig weiter zu anderen Platzblasen fliegen.

Die Vögel sind wieder auf das Feld zurückgekommen.

Juan lächelt.

Dazu kann man die Stille hören oder den Horizont mit den Füßen auf der Erde anschauen.
Alles ist eine neue Realität, die Tag für Tag auf La Aurora neu gestaltet wird: Wie es schon der Name sagt, vielleicht bedeutet er auch Dämmerung, Morgengrauen.
Text: aus „Mu. El periódico de lavaca“, August 2014
Fotos: „Mu. El periódico de lavaca“, August 2014; Ing. Eduardo Cerdá;
http://netzfrauen.org/2014/01/19/monsanto-mit-gift-und-genen-dieser-wahnsinn-muss-ein-ende-haben/; http://netzfrauen.org/2015/03/07/argentinien-fuehrt-widerstand-gegen-monsanto-argentina-takes-a-stand-against-monsanto/
Alicia Minetti
Übersetzung ins Deutsche: Ruth Schwittay

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