Febrero 3
El carnaval abre alas
En 1899, las calles de Río de Janeiro enloquecieron
bailando la música que inauguró la historia del carnaval carioca.
Esa gozadera se llamaba O
abre alas: un maxixe, invención
musical brasileña que se reía de las rígidas danzas de salón.
La autora era Chiquinha Gonzaga, compositora desde la
infancia.
A los dieciséis años, los padres la casaron, y el marqués
de Caxias fue padrino de la boda.
A los veinte, el marido la obligó a elegir entre el hogar y
la música:
–No entiendo la vida
sin música– dijo ella, y se fue de la casa.
Entonces su padre proclamó que la honra familiar había sido
mancillada, y denunció que Chiquinha había heredado de alguna abuela negra esa
tendencia a la perdición. Y la declaró muerta, y prohibió que en su hogar se
mencionara el nombre de la descarriada.
Febrero 4
La amenaza
Se llamaba Juana Aguilar, pero la llamaban Juana la Larga,
por el escandaloso tamaño de su clítoris.
La Santa Inquisición recibió varias denuncias de tal exceso criminoso; y en el año 1803, la
Real Audiencia de Guatemala mandó que el cirujano Narciso Esparragosa examinara
a la acusada.
Este sabio en anatomía dictaminó que Juana contradecía el orden natural, y advirtió
que el clítoris podía resultar peligroso, como bien se sabía en Egipto y otros
reinos de Oriente.
Febrero 5
A dos voces
Habían crecido juntas, la guitarra y Violeta Parra.
Cuando una llamaba, la otra venía.
La guitarra y ella se reían, se lloraban, se preguntaban,
se creían.
La guitarra tenía un agujero en el pecho.
Ella, también.
En el día de hoy de 1967, la guitarra llamó y Violeta no
vino.
Nunca más vino.
Textos tomados de Los hijos de los días, de Eduardo
Galeano.
Traducción al alemán. Ruth Schwittay
3. Februar
Der
Karneval breitet Flügel aus
1899
wurden die Straßen in Río de Janeiro wahnsinnig, während sie die Musik tanzten,
die die Geschichte des Karneval in Río einweihte.
Diese Genüsslichkeit hiess "Er breitet Flügel aus": ein Maxixe, eine brasilianische musikalische Erfindung, die
sich über die starren Gesellschaftstänze lustig machte.
Die
Autorin war Chiquinha Gonzaga, Komponistin seit ihrer Kindheit.
Als
sie sechzehn Jahre alt war haben ihre Eltern sie vermählt, und der Marquis von
Caxias wurde Traupate
.
Als
sie zwanzig war, zwang sie ihr Mann, zwischen Heim und Musik zu wählen:
–Ich verstehe das Leben ohne Musik nicht–
sagte sie und verließ das Haus.
Da
erklärte ihr Vater, dass die familiäre Ehre besudelt worden sei, und
verkündete, dass Chiquinha die verderbliche Neigung von irgendeiner schwarzen
Grossmutter geerbt habe. Und erklärte sie für tot, und verbot, dass in seinem
Heim der Name der Verlorenen auch nur erwähnt würde.
4. Februar
Die
Bedrohung
Sie
hieß Juana Aguilar, aber man nannte sie Juana, die Lange, wegen der skandalösen
Grösse ihrer Klitoris.
In der
Heiligen Inquisition gingen mehrere Anzeigen wegen des kriminellen Ausmaßes ein; und 1803 bat die Real Audiencia von Guatemala
den Chirurgen Narciso Esparragosa, die Angeklagte zu untersuchen.
Dieser
Weise der Anatomie entschied, dass Juana der
natürlichen Ordnung widersprach, und warnte davor, dass die Klitoris
gefährlich werden könne, wie man es ja schon von Ägypten und anderen östlichen
Königreichen wisse.
5. Februar
Zweistimmig
Sie
sind gemeinsam aufgewachsen, die Gitarre und Violeta Parra.
Wenn
die eine rief, kam die andere.
Die
Gitarre und sie lachten, weinten sich, fragten sich, glaubten.
Die
Gitarre hatte ein Loch in der Brust.
Sie,
auch.
1967, an
einem Tag wie heute, rief die Gitarre und Violeta kam nicht.
Sie
kam nie mehr.
Texte aus Los hijos de los días, von
Eduardo Galeano.
Übersetzung
ins Deutsche: Ruth Schwittay
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